La venerada imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte salía a las 00 horas de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol a hombros de sus costaleros y costaleras, en una de las procesiones más sobrecogedoras y solemnes de la Semana Santa en Pinoso.
Cómo suele ser habitual cada Jueves Santo, la presidenta de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Estefanía Mira, dedica la “levantá” del Cristo a una persona vinculada a la cofradía. Este ha año ha sido dedicada a la memoria de Francisco J. Gandía Navarro (Gandi).
También conocida como Procesión del Silencio, numerosos fieles han acompañado con cirios al Cristo con gran devoción y fervor, junto a los representantes de las cofradías y hermandades que procesionan por las calles de Pinoso, al cura párroco, Juan Bautista Llinares, y autoridades municipales encabezadas por el alcalde de Pinoso, Lázaro Azorín, siguiendo los pasos de la talla del escultor José María Ponsoda.
Fiel al espíritu de esta procesión que simboliza el luto por la muerte de Cristo, y a la espera de su Resurrección este domingo, la procesión que se realiza, sin banda de música, es acompañada solamente por el toque de silencio, interpretado por los clarines y tambores de la cofradía que se han escuchado durante el largo recorrido, y por el redoble del tambor que marca el paso a los costaleros.
Tras cerca de dos horas de recorrido por el centro de Pinoso, la imagen de Santísimo Cristo de la Buena Muerte ha regresado al templo parroquial, donde muchos fieles le han demostrado su fervor antes de regresar a su altar.