El desarrollo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones TIC, entre la actual generación de niños y niñas “nativos digitales”, ha dado lugar a la aparición de nuevas conductas delictivas, modernas formas de ejecución de delitos clásicos de bulling a Ciberbulling.
Desde la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Pinoso, que dirige Mª José Moya Vidal, ante la necesidad de actuación frente este tipo de conductas de ostigamiento, ha realizado esta tarde una charla titulada “Bullying y ciberbullying: acercamiento normativo y conceptual”, que ha posibilitado a la ciudadanía, comunidad educativa y a las familias, una herramienta de aprendizaje, de reflexión y de trabajo sobre el fenómeno del acoso escolar.
La profesora de la Universidad de Alicante, Dra. M. Concepción Torres Díaz (Departamento Estudios Jurídicos del Estado), ha sido la encargada de exponer esta problemática, para mostrar de forma amplia la magnitud del acoso escolar y el ciberbullying, en un análisis desde diferentes perspectivas. “Todavía no están claramente definidos los protocolos de actuación” destaca la Dra., y cuestiona hasta qué punto deben involucrarse, por ejemplo, los centros educativos, las propias familias o las instituciones.
La situación actual de pandemia ha impulsado el uso de las tecnologías, especialmente entre los menores, para seguir la propia educación y como modo de relacionarse entre sus iguales. Ahora, el ciberacosador/ra puede serlo las 24 horas del día, y no sólo en el ámbito escolar, también fuera. La Dra. Torres ha explicado que estas conductas han estado siempre en los entornos educativos y las relaciones sociales de los menores, pero estaban invisibilizadas. “Ahora hay mayor concienciación y sensibilización a nivel social, necesarias para erradicar estas conductas entre los menores”, según ha destacado.
En esta charla se ha analizado el concepto de ciberbullying, sus distintas tipologías, factores de riesgo y consecuencias, así como su prevalencia actual, para diferenciar de otro tipo de conductas. En la mayoría de los casos se trata de personas menores de 14 años. “Desde el punto de vista legal es importante conocer el marco de conductas, porque estamos hablando de personas menores, así como las situaciones que pueden derivar responsabilidades, civiles o penales”. Es más, si se dieran en el entorno escolar, quién es el que responde ante este tipo de conductas, si no se cuenta con un protocolo especifico?, se cuestiona Torres.
La respuesta está en la nueva Ley de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, que entró en vigor el pasado mes septiembre. El texto contempla todos los ámbitos: prevención, detección, intervención y reparación. la violencia hacia la infancia no es un asunto privado sino un problema social, tal como ya ocurre con la violencia machista.
Los centros educativos tendrán que disponer de protocolos para proteger a la infancia frente a la violencia, incidiendo en jornadas de mediación entre los propios escolares y de concienciación y sensibilización.
Esta ley dará más valor al testimonio de niños, niñas y adolescentes en los procedimientos que les afecten, blinda su derecho a ser escuchados y establece el deber de cualquier ciudadano de denunciar si conoce una situación de maltrato hacia la infancia.
Además, la ley obliga a las administraciones a promover campañas de sensibilización contra la violencia hacia la infancia y a fomentar la parentalidad positiva, que, como se señala en estos recursos de Save the Childen, se basa en tres condiciones: conocer y entender a nuestros hijos, proteger y ofrecer seguridad a nuestros hijos e hijas y dialogar para resolver conflictos.
Esta charla está incluida dentro de la programación del Mes contra la Violencia de Género en Pinoso.
