La música de El Arrebato volvió a hacer vibrar los corazones en una noche inolvidable en el Jardín Municipal de Pinoso. Dentro del marco de las Fiestas 2025, y como parte de su esperada Gira 2025, el sevillano Javier Labandón —alma, voz y corazón de El Arrebato— ofreció un espectáculo lleno de energía, emoción y complicidad a las 1.500 personas que abarrotaron el recinto del jardín municipal de Pinoso..
Desde el primer acorde, quedó claro que no iba a ser una noche cualquiera. El Arrebato subió al escenario puntual, a las 11,20 de la noche, entre vítores y aplausos, y comenzó su actuación con fuerza, abriendo con uno de sus temas más recientes. El repertorio, cuidadosamente seleccionado para esta gira especial que celebra más de dos décadas de trayectoria musical, fue un viaje a través del tiempo: desde sus grandes éxitos como “Poquito a poco”, “Búscate un hombre que te quiera” y “Durmiendo en tu ombligo”, hasta nuevas canciones que el público recibió con entusiasmo
Tampoco faltaron las rumbas alegres que invitaron al baile ni las letras cargadas de esperanza que conectan con varias generaciones.
El Arrebato se mostró cercano, agradecido y entregado. No faltaron palabras de cariño para el municipio y para sus fiestas, destacando que “quiero que el concierto de hoy sea el mejor concierto de la gira”
El público, diverso y entregado, respondió con entusiasmo desde el primer tema hasta los bises. Familias enteras, jóvenes, mayores y fans llegados de otros pueblos compartieron la experiencia con una misma emoción: la de disfrutar de un artista que, pese al paso del tiempo, sigue siendo sinónimo de autenticidad y pasión.
El Jardín Municipal, ofreció un entorno perfecto: buena acústica, ambiente festivo y organización impecable. La noche fue un reflejo del espíritu de las fiestas de Pinoso: alegría, unión y cultura.
Con este concierto, El Arrebato no solo dejó una huella imborrable en Pinoso, sino que reafirmó por qué, después de tantos años, sigue siendo uno de los artistas más queridos del panorama musical español. Una noche para el recuerdo, en la que la música y las emociones caminaron de la mano.