Esta noche, la explanada frente al Teatro-Auditorio se ha convertido en un escenario vibrante donde la música, la diversión y el recuerdo se entrelazaron. La agrupación, Monte de la Sal organizó la Gala de Karaoke, un evento que no solo reunió a personas asociadas, sino que evocó con cariño aquellas legendarias galas de cantantes locales que, años atrás, marcaron el calendario festivo de la comunidad.
Entre focos cálidos y un público entusiasta, el medio centenar de actuaciones se sucedieron con una sorprendente variedad de estilos: desde baladas melódicas que hicieron suspirar a más de uno, hasta ritmos movidos que lograron levantar de sus asientos a los asistentes. Algunos participantes derrocharon técnica, otros se ganaron el aplauso por su simpatía, pero todos compartieron la misma ilusión de subirse al escenario.
Las actividades previstas se iniciaron con una presentación a cargo de Marga y Miguel Ángel, quienes destacaron que “que mejor para cerraR la feria que esta gala que une amistad y buena música”, seguidamente las cerca de 200 personas congregadas cantaron al unísono el tema un sorbito de champan, tras una cena con productos típicos pinoseros, dio comienzo la gala
A lo largo de la velada, no fueron pocos los comentarios que recordaban a los intérpretes de. La gala, más que un simple encuentro, se sintió como un homenaje a esa tradición musical local que supo unir generaciones, ya que hubieron canciones que hicieron bailar y otras que hicieron suspirar, quedó claro que la pasión por cantar sigue tan viva como entonces… aunque el micrófono ahora tenga más historias que contar
Monte de la Sal demostró, una vez más, que las voces pueden cambiar, pero la pasión por cantar —y por compartirlo— sigue siendo la misma de siempre.