En las últimas semanas se ha detectado la presencia de ratas en algunas calles de Pinoso, lo que ha generado preocupación entre la vecindad y ha motivado la actuación urgente del Ayuntamiento. Las primeras inspecciones han confirmado que no se trata de roedores procedentes del alcantarillado, sino de una especie que suele habitar en viviendas desocupadas o abandonadas.
El técnico de Medio Ambiente, José Carlos Monzó, ha explicado que este repunte coincide con la apertura de antiguas casas en las calles San Pedro y Maisonave que permanecían cerradas desde hace años. En ellas se han empezado a retirar muebles y enseres acumulados, lo que provoca que, en caso de haber nidos de ratas, estas salgan al exterior.
“Recomendamos que, antes de mover o retirar mobiliario de una vivienda cerrada durante años, se realice un proceso de desratización previo”, ha señalado Monzó. Asimismo, se ha detectado en algunos casos que estos inmuebles se han usado para criar gallinas o aves de corral, una práctica que incrementa el riesgo de proliferación de roedores.
El Ayuntamiento, en coordinación con la empresa especializada Lokímica y su personal técnico ha realizado una inspección preventiva en distintos puntos del alcantarillado. Durante la apertura de las tapas de registro, se constató que las trampas con insecticida instaladas previamente se encontraban en buen estado y no habían sido roídas por los animales, lo que indica que la red de alcantarillado no presenta una infestación activa en su interior.
La revisión forma parte del plan de control sanitario y de mantenimiento que busca reducir riesgos para la salud pública y evitar la proliferación de plagas. Las autoridades señalaron que los roedores detectados en superficie podrían provenir de focos externos y no necesariamente del sistema de alcantarillado.. Además, se está informando a los nuevos propietarios sobre la importancia de presentar un certificado de desratización antes de iniciar obras o vaciar inmuebles antiguos, con el fin de evitar situaciones de alarma social.
La concejala de Medio Ambiente, María José Moya, ha valorado positivamente la respuesta inmediata y ha subrayado que se trata de casos puntuales. “Lo importante es que la ciudadanía tome conciencia: mantener las viviendas limpias, sin acumulación de enseres, sin agua estancada y sin animales en patios cerrados es fundamental para evitar la aparición de plagas”, ha señalado.
Desde el consistorio se insiste en que estas actuaciones son preventivas y que la colaboración vecinal es esencial para mantener el municipio libre de roedores y garantizar la salud pública.
ACTUACIONES CONTINUAS
Cabe recordar que el ayuntamiento a través de la empresa lokímica lleva a cabo diversos tratamientos preventivos a lo largo del año llevando un seguimiento de la población con la colocación de trampas, su posterior revisión y la aplicación de varios tratamientos específicos a través de fumigaciones de la zona afectada.