Muchos centros de formación se interesan y acuden a visitar uno de los rincones que esconde la naturaleza de Pinoso, el Humedal de Prado. Este ha sido el caso de un grupo de estudiantes del Ciclo Formativo de Técnicos Forestales y Gestión Ambiental del instituto “La Creueta” de Onil, que lo han visitado este jueves.
A cargo del biólogo municipal, José Carlos Monzó, que les ha guiado durante la visita y en la que han conocido la singularidad del humedal en la que habitan centenares de especies de flora y fauna endémicas. Algunas de estas especies han mejorado su hábitat mediante diversos trabajos de y recuperación de antiguos cauces y acequias.
Para uno de los alumnos, Miqueas García, que no había estado en un lugar como el Humedal del Prado, se ha quedado impresionado por la forma en la que se gestiona la visita, así como la información que les ha facilitado el biólogo municipal, José Carlos Monzó.
Para García, “ha sido una visita bastante enriquecedora”, en la que ha aprendido mucho sobre la gestión de la vegetación, o la importación del Fartet… El joven, en declaraciones a Radio Pinoso, recomienda a la gente poder hacer la visita, “porque merece la pena”.
Por su parte, para uno de los profesores y pinosero, Enrique Teruel, aunque conoce la zona, era importante conocer, junto al alumnado, uno de los rincones que esconde la naturaleza de Pinoso, el Humedal de Prado. “En general ha sido una buena experiencia, diferente, venir aquí ha sido como refrescar, conocer nuevos ambientes, y nuevos paisajes. Al ser del pueblo quiero mostrar más cosas a los alumnos/as. Además ha manifestado la intención de realizar un convenio para realizar actividades extraescolares y visitarlo nuevamente”.
Para el biólogo municipal, José Carlos, “este tipo de visitan son un clásico para los centros de formación de grados y universidades en las que ven un ejemplo muy práctico de gestión de un entorno, en el que apenas hace 15 años era un espacio yermo, y cómo con la gestión de los últimos años se ha convertido en un espacio de referencia en temas de conservación y biodiversidad”.
Para Monzó, “es un ejemplo práctico para los futuros técnicos y profesionales de medio ambiente que pueden ver cómo una gestión adecuada de estos entornos tiene una repercusión ambiental y social muy importante, porque pasamos de un espacio en el que no había vida a un espacio referente en biodiversidad en la Comunidad Valenciana, y al mismo tiempo a nivel social y patrimonial los ciudadanos pueden interactuar en el entorno. Por un lado, cubres la parte académica pero también hay un servicio de educación, social e interactúas con este entorno”, ha manifestado.
