Como cada verano, la llegada de las primeras olas de calor coincide con la época de cría del vencejo, situación que afecta la reproducción de esta especie, por lo que no es extraño encontrarnos con algunos de estos pajarillos en el suelo intentando alzar el vuelo sin conseguirlo, cuando no inertes por no haber podido superar su caída del nido.
En muchas ocasiones los nidos están en los huecos interiores de los edificios, donde las altas temperaturas de estos días hacen imposible que las crías aguanten en ellos y acaben precipitándose al vacío, ya que sus alas no están perfectamente desarrolladas.
En el caso de los polluelos de gorriones lo recomendable es no apartarlos del entorno en que se encuentran, ya que pueden llamar a sus madres y recuperar el contacto con ellas.
No ocurre lo mismo con los vencejos, que sí necesitan ser rescatados para poder sobrevivir. En este caso, el biólogo municipal José Carlos Monzó pide a la ciudadanía que, en caso de encontrarse un vencejo en el suelo, lleven a los polluelos al Área de Medio Ambiente, al ayuntamiento o a la Policía Local, con el fin de derivarlos a un centro de recuperación de fauna para que sean cuidados por profesionales.
Los vencejos son aves muy especiales, que requieren unos cuidados igualmente especiales. Al recogerlos del suelo hay que hacerlo con cuidado pero con firmeza, para evitar que forcejeen y se deterioren sus plumas. Para llevarlo al Área de Medio Ambiente basta con guardar el vencejo en una caja con orificios en la tapa (vale una de zapatos perfectamente).
También es importante tener en cuenta que solo hay que alimentar a estos polluelos con insectos, evitando darles pan con agua o cualquier alimento que no sean insectos. Además, aunque nos dé la sensación de que su estado es por la falta de alimento, los vencejos pueden aguantar varios días sin comer.