Un cuentacuentos para niños y una narración oral para adultos, ha sido la propuesta de la concejalía de Cultura y Biblioteca para este jueves, a través del narrador Alberto Celdrán.
Para mitigar el calor, los niños y niñas llenan cada tarde las piscinas municipales y hasta allí se ha acercado Alberto Celdrán para ofrecer un cuentacuentos: “Rebelión en la granja. Historias de gallináceos”. Fantasía e imaginación han volado a través de las palabras de Celdrán que también es pedagogo y que trata a través del cuento tradicional de recuperar y mantener viva la memoria.
Quienes han participado no solo han escuchado una historia, sino que han participado de ella, ya que Alberto ha conseguido mantener su atención y hacer que se divirtieran de una actividad que ofrece infinidad de beneficios para los más pequeños.
Una tarde diferente en las piscinas municipales, una iniciativa que la Biblioteca Pública Maxi Banegas impulsó hace unos años y sigue teniendo muy buena aceptación, y cuyo objetivo es acercar la lectura a los niños y niñas utilizando un espacio natural como las piscinas para albergar un cuentacuentos.
Por la noche, en el patio del Centro Cultural, Alberto cambiaba de género y público. Historias a la luz de la luna es el formato que desde la concejalía ofrecen para adultos, “Voces que cuentan” ha sido el espectáculo de narración oral que ha elegido Celdrán.
Se trata de “cuentos que viajan con los hombres y las mujeres que caminan la tierra. Historias que vienen de muy lejos para colarse por nuestros oídos y salir por la piel”, así lo asegura el director de la Fàbrica de Paraules e Instituto Intercultural Narración Oral.
Celdrán ha hecho una selección de cuentos de tradición oral que provienen de lugares muy diversos y alejados. Historias que se han ido hilando a través de los recuerdos de fragmentos de viajes y vida, que han estado aderezadas con pequeños cantos que hablan del mundo, el amor, la humanidad.
Una noche que invitaba a descubrir la diversidad cultural del mundo y lograr, de manera amena y entretenida, una mirada cómplice y amorosa hacia el ser humano, independientemente de su procedencia.